Ibiza Patrimonio de la Humanidad

"Hay que situarse en esa época en que Ibiza era todavía el paraíso de los dioses. Una isla suspendida en el tiempo, cuya capital se reclinaba indolente sobre una de las bahías más bellas que existían en el Mediterráneo, hoy sacrificada a esos nuevos dioses que son las marinas y los puertos deportivos. En esa bahía recalaban barcos de pesca, veleros con carga de mercancía y buques de pasajeros, aquellos vapores que serían hoy el orgullo de cualquier museo naval. También yates y embarcaciones de recreo, raros en aquellos tiempos.
Es fama que estos yates aguardaban en altamar, para arribar a Ibiza de amanecida y gozar, así, de uno de los espectáculos más bellos que era dado en la época. Un espectáculo ciertamente elitista, difícil de imaginar en la perspectiva de la cultura de masas que invade hoy la isla y sólo reservado a esos poco privilegiados que viajaban en embarcación propia, a pescadores y marineros, y a los pasajeros de los correos marítimos que unían la isla a la Península y solían llegar, igualmente, al amanecer."

D. José María Ballester. Prólogo del libro de D. Luis Llobet Tur, "Mariano Tur de Montis, un pintor de Ibiza".



Recorre Dalt Vila a través de las galerías de fotos.

La gran mayoría de las fotografías incluidas en las galerías se hicieron con un iPhone 12 Pro Max y las más recientes con el modelo 15 Pro Max


Un poco de contexto.

Aunque la declaración de la UNESCO incluye otros elementos que en mayor o menor medida tienen relación con el centro histórico de Ibiza, (como la necrópolis púnica del Puig des Molins, el asentamiento fenicio de Sa Caleta -de donde a día de hoy se cree que son originarios los primeros pobladores del asentamiento original de la ciudad-, así como las praderas de Posidonia Oceánica que se extienden entre Ibiza y Formentera); no es menos cierto que el "motor" y motivo principal de la misma siempre fue Dalt Vila y su recinto amurallado. También es cierto que aunque no forman parte formal de la declaración, el resto de las zonas que conforman el centro histórico de la ciudad de Ibiza (los barrios de La Marina y Sa Penya) también gozan de cierta protección adicional. La arquitectura de Ibiza es una fusión de estilos influenciados por las diferentes culturas que han dejado su huella en la isla. Desde la antigua ciudad fortificada de Dalt Vila, con sus calles empedradas y murallas medievales, hasta las casas blancas tradicionales en los pueblos rurales, Ibiza cuenta con un rico patrimonio arquitectónico. La declaración de Patrimonio de la Humanidad destaca la importancia de preservar y proteger estos tesoros arquitectónicos para las generaciones futuras.


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